Después de la introducción del Alfa Sprint en 1976, en 1983 el fabricante de automóviles italiano intentó mejorar el automóvil.
Los fabricantes de automóviles alemanes comenzaron a recuperarse y aumentar su participación de mercado en el segmento de los compactos deportivos.
En 1983 el Alfa Romeo Alfasud salió de la línea de montaje y fue reemplazado por el Alfa 33. Debido a eso, el Sprint, que dependía de la plataforma Alfasud, tuvo que ser adaptado para el evolucionado Alfa 33 y eso llevó a algunos modificaciones como mover los frenos de disco delanteros del interior a las ruedas, como la mayoría de los autos en el mercado. El único inconveniente fue que los frenos traseros se reemplazaron con tambores en lugar de los discos instalados en el modelo pre-facelift.
La forma siguió siendo la misma diseñada por Giorgetto Giugiaro pero actualizada con parachoques de plástico extendidos con un faldón para el delantero. Había un nuevo diseño de parrilla, con una insignia más pequeña en el frente. Los espejos retrovisores se cambiaron para mejorar la visibilidad.
En el interior, los asientos de cubo Recaro eran estándar para el Quadrifoglio Verde (Cloverleaf). Había un nuevo grupo de instrumentos con nuevos diales, pero la información era la misma: velocímetro a la izquierda, tacómetro a la derecha y en la posición media superior la temperatura del refrigerante y el nivel de combustible. Se colocaron seis luces de advertencia más entre los dos indicadores.
Desde el punto de vista técnico, la mayor mejora se produjo en los motores, donde se introdujo la versión QV de 105 CV. El motor bóxer conducía a un centro de gravedad bajo que aseguraba una buena velocidad en las curvas. El anterior manual de cuatro velocidades fue abandonado por uno de 5 velocidades. En 1987 se introdujo una unidad de 1.7 litros que ofrecía 118 hp, reemplazando la unidad de 105 hp.