Construido en Malasia por una empresa local, la marca Bufori lanzó el tercer modelo con un toque de materiales costosos, incluida una insignia de oro de 24k en el capó.
Aunque parezca un cuento de hadas, no lo es. Gerry, George y Anthony Khouri eran tres hermanos. Gerri decidió construir tres autos para él y sus hermanos. Se inspiró en algunos roadster estadounidenses de los años 30 y construyó el primer modelo, llamado Madison, en 1986. Sorprendentemente, le preguntaron si no podía hacer más para otros locales excéntricos. Pronto, de una pequeña tienda, la marca Bufori creció y llegó a tener más de 100 empleados. En 2004, la automotriz fabricó el modelo La Joya.

El automóvil fue diseñado como un pequeño cupé inspirado en los antiguos automóviles estadounidenses producidos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Lucía guardabarros grandes que cubrían las ruedas y un compartimiento del motor más estrecho con paneles y persianas abiertos lateralmente. Su parachoques estaba hecho de elementos tubulares montados en la parte delantera, directamente en los extremos del chasis. Una rejilla de malla con pasadores imitaba los mismos vehículos antiguos de la época de La Belle Epoque. A diferencia de sus predecesores, La Joya era un cupé con techo redondeado y parte trasera inclinada. El baúl presentaba una tapa muy ancha. Vale la pena mencionar que el fabricante de automóviles construyó la carrocería con fibra de carbono y materiales de kevlar.

En el interior, el cuero y las chapas de madera se elaboraban manualmente, lo que dio lugar a productos de alta calidad. Su cabina ofrecía espacio solo para dos ocupantes, separados por una consola central alta y un reposabrazos plegable.

Bufori instaló un motor Audi de 2.7 litros debajo del capó, combinado con una transmisión manual estándar de seis velocidades o una transmisión automática de cuatro velocidades con anulación manual secuencial.