Si bien compartía la mayoría de sus partes con el Buick 27, el Modelo 26 se consideraba la versión deportiva de su hermano torpedo de cuatro puertas.
En 1904, Buick ganó su primera medalla en un evento de escalada realizado el fin de semana de Acción de Gracias y, más tarde, la empresa formó un equipo de carreras con Louis Chevrolet como uno de sus conductores. Entre 1909 y 1910, ese equipo recolectó más de 500 trofeos en todo el país. Cabe mencionar que Louis Chevrolet ganó la primera carrera celebrada en agosto de 1909 en el Indianapolis Motor Speedway. Con un pedigrí tan glorioso, el fabricante de automóviles tenía todas las razones para incluir un automóvil deportivo en su oferta. Y ese fue el Modelo 26.

El automóvil se construyó sobre un chasis acortado del Modelo 27 y presentaba el mismo compartimiento del motor y guardabarros delanteros endebles. Mientras que el 27 estaba disponible con puertas, el 26 no tenía ninguna de ellas. Se trataba de un vehículo biplaza con el depósito de gasolina colocado detrás de los ocupantes. Su guardabarros trasero comenzaba desde el recorte de entrada y estaba inclinado hacia arriba por encima de las ruedas traseras.

Aunque era un roadster, Buick consideró que había que adornarlo con material caro. Su interior forrado en cuero ofrecía un gran nivel de comodidad. Para el conductor, Buick instaló un velocímetro y un volante de madera de cuatro radios.

Para el tren motriz, Buick instaló un motor de cuatro cilindros en línea de 3.3 litros con una válvula en la cabeza y un sistema de distribución de varillas de empuje externas. Los ingenieros de Buick lo combinaron con una caja de cambios de 3 velocidades y un sistema de embrague húmedo de discos múltiples.