Si hubiera un concurso por el mejor auto repartidor de pizzas, el Spark podría llevarse la corona gracias a su bajo precio de compra combinado con una gran eficiencia de combustible.
GM mantuvo la vieja plataforma de Daewoo y la usó una y otra vez para Spark. Chevrolet presentó la cuarta generación del vehículo pequeño en 2015 y, tres años después, recibió una actualización a mitad de ciclo que trajo nuevas características interiores y un estilo exterior mejorado.

El departamento de diseño de GM no tuvo que ir demasiado lejos para mejorar el Spark. La parrilla se cambió con una “boca” más prominente en el área inferior del parachoques y presentaba un entorno cromado para ambos. Un sistema de luces LED de conducción diurna estaba incluido en los faros. En la parte trasera, las luces traseras se mantuvieron prácticamente sin cambios.

En el interior, Chevrolet introdujo un sistema de información y entretenimiento estándar compatible con Apple CarPlay y Android Auto, además de acceso a la aplicación móvil MyChevrolet. Su pantalla táctil de 7” estaba colocada en la parte superior de la consola central. GM concedió a los clientes de EE. UU. una prueba limitada del sistema OnStar. El tablero no se parecía al de un automóvil económico. Su grupo de instrumentos presentaba un velocímetro montado en el centro con un tacómetro a la izquierda y una pantalla LCD a la derecha. En el extremo izquierdo, una pequeña línea digital mostraba el nivel de combustible. Si los botones del volante eran algo especial en los años 90, el Spark 2018 los tenía instalados de serie.

En los EE. UU. se ofrece con un motor de gasolina de 1,4 litros, con un consumo de combustible declarado de 3,9 l/100 km (40 mpg). Venía de serie con una transmisión manual de 5 velocidades y una CVT estaba disponible como opción.