A mediados de los años 90, PSA y Fiat unieron sus fuerzas para construir un monovolumen que contrarrestara al VW-Ford y al Renault Espace.
El producto de Citroen fue el Evasion.

En 1998, tras cuatro años en el mercado, se rediseñaron todos los vehículos fabricados por las denominadas Eurovans, incluido el Citroën Evasion. Cada fabricante tenía cierta libertad para incorporar unas características propias de la marca y unos motores específicos.

En el exterior, el Citroen Evasion presentaba una fascia delantera diferente. Su diseño de faros y parrilla se acercaba más a la imagen de la marca, con líneas rectas y esquinas que amplificaban el ancho del auto. Se ofreció como opción un techo corredizo panorámico.

En el interior, el Evasion fue un campeón en su clase en términos de versatilidad. Citroen movió la palanca de cambios del piso al tablero y el freno de mano al lado izquierdo del conductor. Como consecuencia, hubo un paso entre los asientos delanteros hacia la parte trasera del coche. Los asientos del medio y traseros podrían haberse movido o quitado por completo y usarse como asientos de picnic y colocarse en el suelo. Por último, pero no menos importante, los asientos delanteros podrían haberse girado 180 grados y el Evasion se habría convertido en una sala de reuniones.

Para los motores, el Evasion estaba disponible con los motores PSA exclusivamente. Se ofreció una transmisión automática como opción para el motor de gasolina de 2.0 litros y 16v.