Dodge presentó la cuarta generación de su monstruoso superdeportivo Viper en 2007 como modelo del año 2008 y mostró un aspecto más agresivo y mezquino.
Con un diseño que no dejaba lugar a errores, el Viper ya era un competidor temido en las pistas, incluso por los mejores superdeportivos europeos de la época. Además, el fabricante de automóviles preparó una versión especial para el modelo en forma de cupé llamado ACR (American Club Racer), que era un arma de pista dura.
En 2007, Dodge presentó la cuarta generación del Viper en ambas formas: cupé y roadster. El cupé lucía las mismas dos protuberancias en el techo para brindar más espacio para la cabeza a sus ocupantes, especialmente cuando usaban cascos. En la parte delantera, los nuevos faros angulares y las seis ventilaciones en el capó fueron una característica inconfundible del modelo 2007. Una de las características clave del Viper eran los escapes laterales, que hacían un ruido impresionante.
El Viper mostró un interior minimalista con asientos de cuero, una unidad de información y entretenimiento y un portavasos. Su sistema de información y entretenimiento solo era bueno por su apariencia, ya que los parlantes no podían luchar contra el motor ruidoso. Dodge consideró instalar solo la cantidad mínima de materiales insonorizantes para cumplir con los requisitos de seguridad obligatorios.
Debajo del capó, el Viper presentaba un motor V-10 mejorado que generaba 600 hp. Como concesión, el fabricante de automóviles instaló ABS en el vehículo, pero no tenía control de estabilidad ni control de tracción. Todo estaba en el conductor.