La versión targa del Ferrari 308 GTB recibió el nombre de GTS y fue uno de los autos que dio notoriedad a la marca italiana en los Estados Unidos gracias a una serie de películas.
No tenías que dejarte bigote y ser detective para conducir un Ferrari GTS, pero para aquellos que soñaban con ser una especie de héroes solo porque su cuenta bancaria mostraba un número de seis cifras, era el auto correcto. Solo dos años después de que se presentara el GTB en el Salón del Automóvil de París, el automóvil recibió una versión targa.
El 308 GTS fue uno de los Ferrari más conocidos del mercado y su forma se volvió legendaria. La parte delantera estrecha con faros emergentes, el parabrisas inclinado y las tomas de aire laterales hicieron que el automóvil fuera único. Pininfarina diseñó su forma e hizo, como siempre, un gran trabajo. Desde sus lados, los gruesos pilares B servían como paneles laterales y protección contra vuelcos. El diseñador italiano mantuvo las luces traseras redondas como un legado para la marca del caballo encabritado en la parte trasera.
En el interior, el fabricante de automóviles trató de ofrecer un interior lujoso pero deportivo. Los asientos deportivos de cubo lucían tapicería de cuero y usaban el mismo material para cubrir los paneles de las puertas. Su tablero de plástico negro presentaba tres salidas de aire redondas. Se ofreció un estéreo extraíble como opción.
Debajo del capó, el 308 GTS presentaba un motor V-8 de 2.9 litros que ofrecía 255 hp para el mercado europeo y 240 hp para el mercado estadounidense.