El Mondial Cabriolet fue el primer Ferrari descapotable desde el Daytona y se introdujo siete años después de la versión cupé.
Ese fue un largo tiempo de espera.

El fabricante de automóviles italiano no se apresuró a cortar el techo del Mondial. Primero, presentó el cupé con un motor de 3.0 litros. Tres años más tarde, después de muchas quejas de sus clientes, ese motor se actualizó a uno de cuatro válvulas por cilindro que finalmente hizo que se moviera más rápido. En 1985, la marca Cavallino Rampante introdujo el motor de 3.2 litros y la versión descapotable. Solo se produjeron 810 Mondial 3.2-cabriolet.

Ferrari ya era una marca respetada en el mundo de los superdeportivos y, gracias a su participación en la Fórmula Uno, era mundialmente conocida. Su línea de cintura era inusualmente baja y su parabrisas inusualmente escalonado y alto para el tamaño del automóvil. En la parte delantera, el automóvil mantuvo los faros emergentes que, cuando se retraían, hacían que el vehículo se viera muy elegante y aerodinámico. En sus laterales, detrás de las puertas, el equipo de diseño instaló las tomas de aire para refrigerar el motor y pronto se convirtieron en un elemento más específico de la marca italiana.

En el interior, Ferrari instaló cuatro asientos. Gracias a su construcción con motor trasero, el Mondial tenía suficiente espacio detrás de los asientos traseros para guardar la capota de lona. Pero era difícil llamar al Mondial Cabriolet un verdadero cuatro plazas, ya que había poco espacio para las piernas detrás de los asientos delanteros. Al menos, el fabricante de automóviles adornó el convertible con lujosas comodidades.

Debajo del capó, Ferrari instaló un V-8 de 3.2 litros acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. El nuevo motor era una versión mejorada de la unidad quatro valvole de 1982. Ofrecía una mayor potencia y un menor consumo de combustible.