Fue la ronda final del aclamado Ferrari Testarossa, un auto que entró en la historia automotriz y la cultura pop.
En aquellos días, Ferrari solía poner el nombre Testarossa (pelirrojo) a los vehículos que presentaban motores de doble árbol de levas. Posteriormente, debido a la generalización de esa tecnología de distribución, el nombre quedó obsoleto. En 1994 todavía se consideraba una característica atractiva para un automóvil. Además, el Testarossa también fue elogiado en éxitos musicales internacionales como el de Sir Mix-A-Lot.
El Ferrar 512 TR/M presentaba la misma forma que su predecesor, pero con algunos cambios de estilo. En la parte delantera, una de las diferencias más notables fue el faro enmarcado, que reemplazó a los emergentes. Los estilistas instalaron una rejilla de forma ovalada en el parachoques delantero. El 512 M no tuvo tantos cambios en sus costados, aparte de las insignias más pequeñas de Pininfarina. Fue la parte trasera la que se mejoró, con una vista abierta a las luces traseras de cuatro vueltas. Anteriormente, estaban escondidos detrás de la parrilla trasera.
Adentro, los italianos no trabajaron demasiado. Simplemente hicieron un viaje a su taller de afinación local y trajeron una perilla de aluminio para la palanca de cambios y pedales de aluminio perforados. Para cubrir su falta de acción, Ferrari decidió poner el AC en las opciones estándar y cambiar el 512 TR con una insignia de 512 M en la guantera.
Debajo del capó, el modelo de 1994 presentaba una versión mejorada del motor de doce cilindros planos. Ofrecía el mismo desplazamiento de 4.9 litros pero ganó alrededor de 12 caballos sobre su predecesor. Debido a las bielas de titanio y un nuevo cigüeñal, el motor era más ligero que el que estaba instalado en el interior del 512 TR.