En los primeros años del siglo XIX, Fiat compró la empresa Ansaldi, que ya planeaba la producción del modelo Brevetti (Patentes).
Después de que Fiat tomara el proyecto, sus ingenieros lo mejoraron y elevaron su potencia de 10-12 hp a 15-20 hp. Dado que todos los motores se construían manualmente, era difícil establecer una potencia precisa. Algunas fuentes afirmaron que los instalados en el Brevetti podían producir hasta 26 hp. El proyecto se construyó con varias mejoras técnicas sobre sus competidores en el mercado, lo que hace que la teoría sea aún más plausible.

El Brevetti se ofreció en dos versiones de carrocería: como torpedo o como cabriolet-royal. El primero era una novedad en el mercado. Significaba que el automóvil tenía paneles al ras de la carrocería desde la parrilla delantera hasta la parte trasera del vehículo, y significaba que tenía puertas a los lados. El cabriolet-royal royal ofrecía una cabina cerrada en la parte trasera para los pasajeros y sin puertas en la parte delantera para el conductor. Aun así, al menos había un parabrisas para protegerlo.

Desde el punto de vista técnico, el Brevetti fue un éxito debido a su caja de cambios manual de 4 velocidades cuando la mayoría de los otros fabricantes de automóviles ofrecían solo tres. Un sistema de embrague multidisco fue una novedad en el mercado y ayudó a que el automóvil funcionara mejor. Finalmente, el automóvil abandonó la cadena de transmisión en favor de un eje de transmisión y engranajes cónicos para el diferencial.