A pesar de su controversia y de los competidores, el Explorer fue el SUV mediano más vendido de todos los tiempos en el momento en que llegó la quinta generación, en 2011.
A diferencia de sus predecesores, el modelo 2011 presentaba una construcción de una sola pieza en lugar de una construcción de carrocería sobre bastidor. Tenía que estar por delante del juego para mantener altos los valores de venta. Aunque presentaba una distancia entre ejes más corta, era más largo y un poco más ancho que antes.
El nuevo diseño de tres barras de la fascia delantera se incorporó con éxito en el nuevo Explorer. Con sus faros altos y barridos, el Explorer mostró una imagen audaz, inspirada en los sedanes regulares como el Taurus. En la parte trasera, el pilar D oscurecido específico mantuvo un vínculo con sus predecesores. Había un gran alerón en el techo en la parte superior de la puerta trasera y dos tubos de escape debajo del parachoques trasero.
En el interior, el automóvil ofrecía asientos para siete en asientos anchos en la parte delantera y un banco en el medio, además de dos asientos individuales en el área del maletero. Eso era estándar para todos los niveles de equipamiento. Para la unidad de información y entretenimiento, Ford ofreció el sistema MyFord Touch con SYNC, que permitía comandos de voz. La unidad de información y entretenimiento presentaba una pantalla en la consola central y dos pantallas TFT que flanqueaban el velocímetro en el grupo de instrumentos.
El Explorer 2011 se ofreció con la opción de dos motores. Había un 2.0 litros turboalimentado y un V6 de 3.5 litros. El primero se ofreció solo con tracción delantera, mientras que el segundo estaba disponible con un sistema de tracción total.