Ford mostró el Mondeo en 2012, pero dejó esperando a sus clientes europeos hasta 2014, cuando el automóvil finalmente llegó a los concesionarios.
Al enfrentarse a la dura competencia del Passat, el vehículo mediano de Ford solo tenía una ventaja frente a su principal competidor: la forma del hatchback. Volkswagen ofreció su competidor de tamaño mediano solo en forma de sedán y camioneta.
El Mondeo mostró una fascia delantera agresiva con una parrilla de listones cromados y faros estrechos, disponibles con un sistema LED adaptativo. Su parachoques lucía una parrilla inferior con forma trapezoidal invertida flanqueada por dos tomas de aire para los faros antiniebla. En forma de hatchback, el Mondeo se parecía más a un fastback, con una puerta levadiza inclinada y extendida.
En el interior, los diseñadores del fabricante de automóviles quemaron el aceite de medianoche para instalar el mejor interior jamás hecho en un Mondeo. En la columna central, colocaron la unidad de infoentretenimiento con el sistema de conectividad SYNC 2. Los asientos reforzados prometían un buen soporte lateral durante las curvas de alta velocidad. El Mondeo ya no era un sedán mediano más en el mercado; era un sedán deportivo y lo demostró. En la parte trasera, el banco plegable dividido permitió un aumento del maletero de 525 litros (18,5 pies cúbicos) hasta 1.630 litros (57,6 pies cúbicos).
Debajo del capó, Ford instaló la gama de motores más completa para el Mondeo. Comenzó con un motor Ecoboost de 1.0 litros para mercados seleccionados y llegó hasta una unidad turboalimentada de 2.0 litros que ofrecía 240 hp.