Holden recibió la nueva generación del sedán europeo Opel/Vauxhall Vectra en 2002 y la presentó junto con su hermano hatchback.
General Motors pensó que un automóvil diseñado para el entorno europeo funcionaría bien en las carreteras australianas. Solo hubo algunos cambios leves en la carrocería y algunas modificaciones técnicas. El único motor diseñado y fabricado especialmente para el mercado australiano fue el de 3,2 litros, que resultó ser el más fiable.
El exterior presentaba una nueva tendencia de diseño para sus faros delanteros, con un aspecto rectangular inclinado hacia atrás y un par de faros delanteros en el interior. Su parrilla lucía un listón horizontal y la insignia redonda en él. En la versión liftback, el Vectra presentaba un pilar C grueso y una tapa del maletero recta y plana. Al igual que sus hermanos europeos, lucía luces traseras montadas en las esquinas y un amplio panel adornado con un listón cromado.
En el interior, Holden tuvo que ceñirse al diseño europeo y trasladó todas las piezas del Vauxhall Vectra, que se fabricó para el Reino Unido. Los niveles de acabado básicos presentaban asientos tapizados en tela, mientras que los niveles de acabado superiores recibieron un interior revestido de cuero. Holden ofreció un sistema de navegación con una pequeña pantalla colocada entre las salidas de aire centrales del tablero. Los cómodos asientos de cubo ofrecían algo de apoyo.
Debajo del capó, Holden ofrecía una amplia variedad de motores, desde un motor de gasolina de 1.8 litros y cuatro cilindros hasta un V6 de 3.2 litros. Había algunas opciones para los motores diesel.