Cuando Isuzu trató de obtener más tracción en el mercado de camionetas pickup de EE. UU., ingresó con la Serie I en algunas versiones de carrocería, incluida la Doble Cabina.
Gracias a su acuerdo con General Motors, Isuzu comenzó a vender una Chevrolet Colorado rebautizada en 2005. Sus esperanzas se desmoronaron muy pronto ya que la marca de corbatín tenía mucho más conocimiento de marca que la nueva marca japonesa. Y, como golpe final, la crisis financiera mundial golpeó con tanta fuerza que Isuzu le pidió a GM que dejara de producir la Serie I en 2009, después de cuatro años difíciles.
El diseño podría ser una de las partes más intrigantes del vehículo. El perfil se parecía a sus hermanos estadounidenses, pero su parte frontal era impactante y no en el buen sentido. Sus faros delanteros se heredaron del GMC Canyon, pero la parrilla era la típica de Isuzu con algunas lamas horizontales y verticales adicionales. De un vistazo, parecía que el equipo de diseño usó cinta adhesiva para conductos para mantener la cara frontal en su lugar. Debido a eso, la mayoría de los clientes apenas vieron la cabina de cuatro puertas con una insignia extraña en el frente como una verdadera alternativa para cualquier otra camioneta estadounidense.
En el interior, la Serie I presentaba un tablero idéntico al de sus hermanos, además de la parte central del volante, que presentaba las letras Isuzu en lugar de GMC o Chevrolet. En la parte de atrás, ofrecía espacio para tres adultos en un banco plegable, que cubría el gato y algunas herramientas. En la versión de cuatro puertas, la Serie I presentaba aire acondicionado y ventanas eléctricas para todos. Pero Isuzu no pudo vender 1.500 unidades en cuatro años, lo que convenció a la gerencia japonesa de dejar caer la pelota.