Mercedes-Benz lanzó una línea completa para su gama Clase C en 2014, completando su línea en los siguientes dos años.
En 2018, se renovó toda la gama.

El Mercedes-Benz Clase C Cabriolet 2016 fue el primer convertible de la familia Clase C. Anteriormente, la plataforma Clase C se utilizó para el cabriolet CLK. Después de dos generaciones con el nombre de CLK, el fabricante de automóviles alemán decidió introducir un vehículo de techo blando con la insignia de Clase C. Era la primera vez que esa gama presentaba cuatro carrocerías: sedán, familiar, cupé y descapotable.

En 2018, la Clase C se renovó. A pesar de tener solo un par de años, el convertible siguió la tendencia y recibió las novedades de sus hermanos. Los cambios más importantes en el exterior se realizaron en la parte delantera y trasera con el nuevo diseño de los faros y las luces traseras. Para el frente, los faros LED se instalaron de serie y había otras dos opciones para rango extendido (Multibeam y Ultra Range).

El interior se benefició de los nuevos asientos integrales con un aspecto deportivo general. La consola central se caracterizó por nuevos materiales y un nuevo diseño. Para el grupo de instrumentos, el automóvil estaba equipado con diales estándar, pero había una opción para un sistema totalmente digital. Una buena mejora fue que en el descapotable la capota blanda se podía haber accionado desde el exterior con la llave del vehículo.

La línea de motores fue inaugurada por un pequeño motor de gasolina turboalimentado de 1.5 litros, que ofrecía 184 hp. Las versiones tope de gama para las unidades de gasolina, además de las versiones AMG, ofrecían 258 CV. Para la versión diésel, el Clase C descapotable estaba disponible con un motor de 2.0 litros con 194 y 245 CV, respectivamente. Una tracción total 4-Matic estaba disponible para el C200 Cabrio.