El GLE se introdujo en el mercado en 2015 como el lavado de cara de la tercera generación de la Clase ML.
Pero fue algo más que una nueva insignia de un automóvil. Era la integración en una constelación.
La primera generación del ML se lanzó en 1997 e incluso si presentaba una construcción de carrocería sobre bastidor, fue un paso importante hacia la nueva era de los vehículos utilitarios deportivos. La segunda generación adoptó la construcción unibody y la tercera generación trajo más tecnología. En 2015, la actualización del ciclo de vida media recibió un nuevo nombre, según el nuevo sistema de nombres de Mercedes-Benz: GLE.
El GLE 2015 presentó un paquete revisado con parrilla, defensas, faros, guardabarros y el cofre con dos cúpulas eléctricas. Las luces diurnas LED se integraron en la parte superior de los faros y se mejoraron las luces traseras LED.
En el interior, se podía acceder a la pantalla multimedia estándar de 7” a través del controlador COMAND con el panel táctil instalado arriba en una posición ergonómica óptima. Se utilizaron nuevos colores y materiales para mejorar la comodidad y se agregaron nuevos sistemas de seguridad, como Crosswind Assist y Collision Prevention Assist Plus.
Para la línea de motores, estaba la nueva unidad biturbo de seis cilindros en línea y 3.0 litros, que ofrecía 333 hp. El mismo motor se instaló en la versión híbrida enchufable donde se ayudaba de un eléctrico de 116 CV. La energía se almacenó en un paquete de baterías de 8,8 kWh y permitió que el GLE condujera 29,7 km (18,5 millas) con electricidad a velocidades de hasta 128,7 kph (80 mph).