La quinta generación del SL tenía pocos productos especiales AMG en su línea.
Antes del lavado de cara del ciclo de vida media, tenía una unidad V8 5.4 sobrealimentada, que fue reemplazada en 2008 por la unidad V8 más grande de 6.2 litros. Para algunos, suena como una rebaja, pero el nuevo motor de aspiración natural estaba contento con las revoluciones. El SL 63 AMG no era nada lento. Los 525 hp y los 630 Nm (465 lb-ft) de torque son buenos valores. Contaba con un nuevo AMG Speedshift Automático de 7 velocidades (doble embrague), en comparación con el cambio automático de 5 velocidades del SL 55. Pero lo cierto es que el nuevo SL63 era más lento con 0,1 segundos en el 0-100 km/h ( 0-62 mph) sprint que el modelo que reemplazó.
El sistema de frenos del SL 63 AMG está a la altura del rendimiento del motor. Las ruedas delanteras están equipadas con frenos de disco perforados de 360 x 36 mm ventilados internamente con pinzas de aluminio de seis pistones, mientras que las ruedas traseras vienen con discos de freno perforados de 330 x 26 mm ventilados internamente con pinzas fijas de cuatro pistones.
En el exterior, la nueva parrilla delantera evoca al primer SL, de 1955, con una línea cromada horizontal y el gran escudo de tres estrellas en el centro. El techo rígido retráctil (comercializado como Vario Roof) se presentó en el vehículo.
El equipamiento de serie también incluye tapicería de napa, molduras de fibra de carbono y asientos deportivos AMG. El sistema de calefacción opcional AIRSCARF a la altura del cuello es una nueva incorporación. Para el entretenimiento, el SL 63 AMG presentaba el sistema telemático NTG 2.5.