Junto con la versión sedán del Pontiac Grand Prix, el Coupé se sometió a un lavado de cara en 1996 que en realidad marcó el comienzo de la sexta generación del automóvil.
Tanto el sedán como el cupé tenían un diseño completamente nuevo, con un frente remodelado basado en faros rediseñados, así como una nueva parrilla dividida en dos partes que brindan un aspecto más moderno y elegante. El paragolpes delantero también ha sido rediseñado, con haces antiniebla circulares y tomas de aire remodeladas. Los motores también se actualizaron, y ahora hay dos configuraciones de motor disponibles para todos los cupés de 1996: un 3.8 V6 y un 3.8 V6 sobrealimentado, que producían 200 y 240 caballos de fuerza respectivamente.