El Saab 9-3 de 1998 supuso una evolución respecto a la serie 900 anterior, especialmente en cuanto a diseño, pero un vehículo completamente nuevo desde el punto de vista de la plataforma, que era un “primo” del Opel Vectra europeo.
El aspecto inusual del automóvil, con una parte trasera inclinada, era una firma de la marca Saab.
En el interior del vehículo, se mantuvieron algunas de las características inspiradas en la aviación y se agregaron otras. Por ejemplo, la llave de encendido se colocó entre los asientos delanteros, al lado del freno de mano. El tablero tenía un modo “nocturno”, donde solo el velocímetro se iluminaba durante la noche para disminuir el esfuerzo del conductor. Los ingenieros suecos trabajaron duro para ofrecer un automóvil sueco incluso si debajo era una plataforma GM.
Los motores eran principalmente de 2.0 litros con potencias que oscilaban entre 130 y 205 hp. Solo la versión base fue de aspiración natural. Los 150hp, 154hp, 185hp y 205hp son todos turboalimentados. El de mejor desempeño se llama “Viggen” (Thunderbolt) y tomó prestado su nombre del avión de combate Saab Viggen.
Saab introdujo turbocompresores de baja presión para aumentar el par a bajas revoluciones y reducir el consumo de combustible. Las transmisiones ofrecidas en el 9-3 eran manuales de 5 velocidades o automáticas de 4 velocidades. El 9-3 Viggen tenía un sprint de 0-100 kph (0-62 mph) en 6,4 segundos y una velocidad máxima de 249 kph (154,9 mph).
Vale la pena mencionar que Saab 9-3 fue el primer automóvil del mundo en recibir una calificación EuroNCAP de 5 estrellas en las pruebas de choque europeas.