Toyota intentó hacer una versión más asequible del Prius y presentó el Prius C en 2012, que se actualizó en 2015 y 2017.
El fabricante de automóviles japonés fue el iniciador de la revolución híbrida. Si bien al principio era la única oferta en el mercado, más adelante, más y más marcas se unieron a la tendencia, pero Toyota siguió tratando de mantenerse a la vanguardia. Para competir con opciones más baratas, fabricó el Prius C, un automóvil más económico y que ofrecía una de las mejores eficiencias de combustible del mercado.

Con el lavado de cara de 2017, el fabricante de automóviles trajo un nuevo parachoques delantero y faros diferentes. Toyota quitó las luces de circulación diurna de las tomas de aire laterales del parachoques, que compartían el espacio con las luces antiniebla, y migraron dentro de los faros. A los lados, el fabricante de automóviles instaló molduras de plástico negro alrededor de los pasos de rueda, donde instaló neumáticos estándar 175/65R15.

Para Toyota, no fue fácil reducir costos y aun así mantener los mismos estándares de calidad. El fabricante de automóviles optó por utilizar plásticos de menor calidad dentro de la cabina, pero mantuvo los mismos sistemas de información y entretenimiento de alta gama y la misma transmisión que en el Prius normal. Para el modelo 2018, el Prius C presentaba una cámara retrovisora estándar para toda la gama.

Debajo del capó, Toyota instaló el mismo motor de 1,5 litros y un motor eléctrico más un paquete de baterías NiMh de 0,9 kW que su predecesor. Era una solución más barata pero confiable. Después de todo, lo único que importaba era la eficiencia del combustible y, con un promedio de 5,1 l/100 km (46 mpg), el Prius C era una de las mejores ofertas en su clase.