El final de los 90 mostró una invasión de convertibles de tamaño mediano en el mercado premium.
Mercedes-Benz tenía el CLK, BMW tenía la serie 3 y Volvo abrió su cupé C70.

A mediados de los 90, Volvo presentó su primer cupé después del 740 Coupe de diseño cuadrado. No solo el diseño era nuevo, sino también el estilo. Mientras que el 740 tenía forma de líneas rectas, el C70 era completamente redondeado. Era una nueva escuela de diseño y era uno de los cupés con mejor aspecto del mercado en el momento de su lanzamiento. Y eso era inusual ya que provenía de un automóvil que no tenía una forma redondeada en su inventario.

La parrilla más corta, los faros curvos y perfilados y los pilares A inclinados del parabrisas curvo estaban en perfecta armonía con el resto del automóvil. Los guardabarros traseros curvos y las luces traseras tenían el mismo espíritu del automóvil.

En el interior había cuatro plazas, con más espacio para los pasajeros delanteros y muy limitado para los traseros. Finalmente, el tablero ya no se veía como una pieza de equipo industrial, y una apariencia moderna para el grupo de instrumentos realzaba el aspecto de la cabina.

La versión descapotable se veía muy bien incluso con la capota levantada, no solo con el techo bajado. Y esa no fue una tarea fácil para la empresa sueca. Pero trabajaron junto con los estudios Pininfarina Suecia para lograrlo. Si bien el automóvil, inicialmente, estaba destinado al mercado estadounidense, al final, también tuvo un éxito mayor del esperado en el mercado europeo.