Después de la Primera Guerra Mundial, la industria del automóvil se recuperó lentamente y la joven marca Alfa Romeo se reconstruyó a sí misma a partir de las cenizas; y el primer vehículo que produjo fue el de 20-30 hp.
Ya no había necesidad de autos deportivos, pero Alfa Romeo tenía los planos de su modelo E de antes de la guerra. También tenía los motores y la voluntad para construir un vehículo torpedero, apto para aquellos que hicieron una fortuna durante y después de la guerra. Si bien parecía ilógico construir un automóvil tres veces más caro que un Ford Modelo T, el fabricante de automóviles italiano lo hizo y lo vendió en 124 unidades.

Con su carrocería torpedo, el nuevo Torpedo de 20-30 CV lucía la insignia de Alfa Romeo en la parte delantera. Fue el primer vehículo en mostrar la nueva marca. Los grandes faros eléctricos estaban montados en pilares unidos directamente al chasis, entre los guardabarros y el compartimiento del motor. Su carrocería E mostraba una tapa de motor superior redondeada y un radiador con un borde muy grueso alrededor. Los neumáticos de repuesto se montaron a ambos lados del coche, entre los guardabarros y las puertas delanteras.

El fabricante de automóviles instaló paneles laterales de vidrio unidos a los lados de los pilares del parabrisas para proteger a los pasajeros de los vientos frontales. Como había escasez de materiales, se prefirió un techo de lona a un sistema de techo metálico fijo, que de todos modos no era tan popular. Con sus dos bancos en el interior, el 20-30 hp ofrecía espacio para hasta seis pasajeros.

Desde el punto de vista técnico, el 20-30 Torpedo era un automóvil más avanzado que el Ford Modelo T. Contaba con un arranque eléctrico y un eje de transmisión para enviar la potencia a las ruedas traseras. La caja de cambios manual de cuatro velocidades y el motor de 4.2 litros se consideraban una característica avanzada para su época.