Ferrari presentó una versión renovada para el 348 en 1993, solucionando la mayoría de los problemas del automóvil y aumentando la potencia del motor.
Cuando Ferrari presentó el 348 en 1989, agitó a los clientes entre los que amaban los listones laterales heredados del Testarossa y los que no. Pero esa fue solo una parte de los problemas del auto. Más tarde, los clientes notaron que el auto no estaba tan bien balanceado. Ferrari comenzó a trabajar en actualizaciones constantes y, en 1993, el fabricante de automóviles lanzó una versión completamente revisada para el 348.
Hubo algunas modificaciones exteriores para el modelo de 1993. Ferrari movió las señales de giro de los lados de los parachoques delanteros a los guardabarros, y eran redondas y más pequeñas. Además, en la versión sin renovación, el 348 presentaba un alerón delantero y faldones laterales negros en el faldón inferior. A partir de la versión revisada, estos elementos eran del color de la carrocería. El fabricante de automóviles decidió dejar caer las luces traseras cubiertas por la parrilla en la parte trasera, que inspiró el Testarossa, y dejó expuestas las luces rectangulares. En el medio, una insignia de Ferrari cromada reemplazó a la anterior negra.
Por dentro, el 348 GTB era todo lo lujoso que podía ser un Ferrari. Su interior revestido de cuero con un diseño de salpicadero de dos tonos parecía apropiado para un coche de gran turismo.
El motor estaba montado longitudinalmente y la caja de cambios era transversal. Esa combinación inusual condujo a una mejor distribución del peso. A partir del modelo de 1993, el automóvil recibió una vía más ancha en la parte trasera, lo que hizo que el 348 fuera mejor en las curvas. Se mejoró la gestión electrónica del motor, lo que supuso un aumento de 20 CV.