Proton trató de demostrarle al mundo que estaba listo para pelear en los mercados abiertos con un sedán de segmento compacto llamado Preve, que significa “probar”.

Proton creó su propia plataforma, contrató a Italdesign Giugiaro para diseñar la carrocería e instaló una gama de motores desarrollados junto con el fabricante de automóviles británico Lotus. Esa combinación debería haber traído más clientes a la empresa de Malasia. Una calificación de prueba de choque de cinco estrellas otorgada por ANCAP también fue un buen punto de partida. Sin embargo, el automóvil tuvo que enfrentar una competencia más dura de lo que esperaba el fabricante de automóviles.

Giugiaro diseñó el sedán de Malasia con líneas ascendentes y paneles laterales ligeramente esculpidos. El respaldo alto y el parabrisas trasero inclinado crearon una imagen de una mezcla entre un hatchback y un sedán. En la parte delantera, los faros de tres luces estaban adornados en la parte inferior por una serie de luces de circulación diurna de aspecto cristalino.

En el interior, Proton hizo un trato con Bosch y recibió un sistema multimedia construido por el proveedor alemán. Ofrecía un paquete todo en uno, instalado como estándar para la mayoría de los mercados de exportación, especialmente para el australiano. Debido a la corta distancia entre ejes, el espacio en la parte trasera no era tan grande.

Dependiendo del mercado, Proton ofrecía el Preve con una gama de tres motores, y todos tenían la misma cilindrada de 1.6 litros. La versión base ofrecía una tecnología de cuatro válvulas por cilindro, y la del medio proporcionaba una sincronización variable de válvulas, mientras que la versión de gama alta tenía turbocompresor. El fabricante de automóviles combinó la versión base con una manual de cinco velocidades, mientras que las otras opciones estaban disponibles exclusivamente con una transmisión CVT y sin opción manual.