De alguna manera, Cadillac empezó a entender lo que están haciendo Mercedes-Benz, BMW y Audi en Europa con sus modelos de alto rendimiento.
Tal vez esa es la razón por la que comenzaron a fabricar sedanes compactos de alto rendimiento.

Si bien el cupé recibió algunas características específicas, que lo hicieron más apto para la pista que el sedán, la versión de cuatro puertas del ATS-V es más como un lobo debajo de una piel de oveja. Excepto que podrías ver los colmillos del lobo. Y esos ojos, bueno, no se ven tan amables y cálidos. El capó está hecho de fibra de carbono y tiene una gran salida de aire. Está destinado a ayudar a enfriar el motor y también a reducir la presión de aire debajo del automóvil, mejorando la estabilidad.

Debajo de ese gran respiradero, hay un nuevo y mejorado motor de gasolina V6 de 3.6 litros. La nueva unidad, más liviana, no se desarrolló desde cero, sino que se reconstruyó y rediseñó para brindar el máximo rendimiento y confiabilidad en su segmento. Con un poco de ayuda de un par de turbocompresores, este motor puede generar 455 hp y 603 Nm (445 lb-ft) de torque.

Si bien es muy extraño ver algún Cadillac con caja de cambios manual (especialmente en los últimos 30 años), el ATS-V viene equipado de serie con una transmisión manual de seis velocidades. Por supuesto, algunos optarán por la automática de 8 velocidades, con paletas de cambio detrás del volante.

Todas estas características permitirán que el sedán Caddy compacto y de alto rendimiento obtenga una aceleración de 0 a 60 mph (0 a 96 kph) en menos de 4 segundos, alcanzándolo en 3.9. Su velocidad máxima es de 185 mph (298 kph).