Cuando se lanzó en 2016, el MINI Countryman era el MINI más grande jamás fabricado por el fabricante británico.
Ya no era ese mini-vehículo.

Los clientes de MINI comenzaron a pedir interiores más espaciosos y asientos reales para al menos cuatro pasajeros adultos. Un MINI de 5 puertas salió al mercado y fue amado y odiado al mismo tiempo. Ya no era un MINI, pero tampoco era otra cosa. Luego, se mostró el Countryman y eso acalló a algunas críticas. El mercado de los crossover y SUV creció rápidamente después del año 2000 y un MINI Crossover fue mejor recibido que un simple MINI de 5 puertas.

Desde el exterior, el Countryman era inconfundible. Estaba claro que pertenece a la marca MINI. Se mantuvo la fascia delantera, con los faros bastante angulosos y la parrilla de forma específica. El techo extendido y la adición de un par de puertas extra transformaron al MINI en un SUV familiar. Incluso recibió un sistema de tracción total, llamado All4 para el Countryman. De repente, el automóvil no estaba compitiendo en el segmento pequeño sino en el mercado de SUV pequeños contra el Audi Q2 y el Nissan Juke. A diferencia de su hermano, el Clubman, el Countryman presentaba una puerta levadiza de una sola pieza. Los pasos de rueda ensanchados con adornos de plástico negro realzaban la apariencia todoterreno.

En el interior, el tablero presentaba el diseño típico de MINI, con una gran pantalla redonda montada en el centro para la unidad de infoentretenimiento y el velocímetro. Frente al conductor, había un dial analógico redondo y un panel lateral más pequeño con luces de advertencia. En la parte trasera, había asientos deslizantes y reclinables para los lugares exteriores.

El Countryman se ofreció con una selección de motores diésel y gasolina, con tracción delantera o en las cuatro ruedas, con transmisión manual o automática.