En 2011 se lanzó un nuevo hatchback premium de 5 puertas de Citroen.
Tomó prestada la plataforma del C4 y agregó tecnología y estilo de vanguardia.

La forma del DS5 era bastante poco convencional, con una línea de techo más baja, pero aun así no era un cupé, ni un sedán, ¿podríamos llamarlo cupé hatchback?
El exterior no estaba fuera de lo común, pero tampoco era un auto feo. Los detalles cromados se utilizaron en exceso desde la parte delantera hasta la trasera.

El interior era agradable, limpio, con asientos muy cómodos forrados en cuero.

A diferencia de cualquier modelo de la competencia, el DS5 tenía la mayoría de los controles colocados donde normalmente veríamos un botón SOS en un BMW: arriba a la derecha, la cabeza del conductor. Esta inusual colocación de los botones daba la sensación de un deportivo.

Los botones y perillas en el tablero fueron diseñados para parecer joyas brillantes.

Los asientos en la parte trasera no fueron diseñados exactamente para adultos, debido al espacio limitado para la cabeza. ¿Recuerdas la línea del techo más baja?

El DS5 se ofreció con motores diésel y de gasolina, así como con un híbrido.

El área de carga no era impresionante, pero podía ampliarse fácilmente plegando los asientos traseros.

Hacer un viaje largo con el DS5 fue agradable, pero no tan divertido en carreteras exigentes ya que la dirección no era muy precisa.

Los franceses buscaban ofrecer una forma de transporte premium, diferente del Audi A4 que era su competidor directo.