La empresa automovilística británica Bristol comenzó a fabricar más coches por pasión que por uso familiar y el 405 Drophead Coupe fue un buen ejemplo.
Fue producido en un número muy pequeño.

Bristol comenzó a alejarse de su conexión con el fabricante de automóviles alemán BMW. Construyeron autos juntos antes de la Segunda Guerra Mundial y hasta el modelo 404, sus productos incluso tenían la “parrilla de riñón” en el frente. El 405 continuó la evolución de su propia identidad de marca. Para animar las cosas, se introdujo la versión convertible, en forma de Drophead Coupe.

La parte delantera del automóvil presentaba la nueva nariz de “bombardero”, inspirada en el avión Beaufighter construido por Bristol durante la Segunda Guerra Mundial. En la parrilla del radiador, el fabricante instaló el tercer faro para mejorar la experiencia de conducción nocturna. La carrocería fue fabricada por ED Abbott Limited de Farnham, Reino Unido. Según algunos historiadores, solo se fabricaron 42 vehículos.

Debido a una larga distancia entre ejes, el Bristol 405 Drophead Coupe ofrecía cuatro asientos en el interior. No estaba destinado a ser un automóvil deportivo, sino más bien un gran turismo descapotable. El panel de instrumentos se inspiró en los aviones de la Segunda Guerra Mundial, con más indicadores instalados frente al conductor. El volante presentaba un diseño especial, con dos radios curvos.

El motor fue una evolución sobre la unidad de seis cilindros en línea de 2.0 litros de BMW que se encontraba en el 327/328 antes de la Segunda Guerra Mundial. Tenía una relación de compresión más alta y estaba alimentado por tres carburadores Solex. En esa configuración, el automóvil producía 125 hp, que era muy alto para esa época. Para detener el automóvil, el 405 se ofreció con una opción para frenos de disco delanteros y la mayoría de los compradores lo hicieron o lo actualizaron más tarde.