GMC e Isuzu unieron fuerzas para producir una gama de camionetas y el resultado fue bueno, especialmente para la marca japonesa.
En suelo estadounidense, GMC ofreció el automóvil como Chevrolet Colorado o GMC Canyon.

El programa de desarrollo trajo al mercado la Chevrolet Colorado, la Isuzu D-Max y la GMC Canyon. Los tres autos fueron construidos sobre el mismo chasis y, dependiendo del mercado. Estaba disponible con un motor diesel o de gasolina. A diferencia de la Chevrolet Colorado, que se ofrece con cabina tipo club, GMC produjo el modelo base de la Canyon con una versión de cabina regular, con dos puertas y dos asientos.

GMC imaginó un diseño agresivo para la Canyon, con dos filas de luces en la parte delantera. La misma idea se trasladó a las camionetas pickup más grandes del GMC. Según el nivel de equipamiento, el vehículo presentaba parachoques del color de la carrocería o cromados. Sus arcos ensanchados a los lados hacían que el auto pareciera más agresivo, a pesar de que solo era una camioneta en el mismo segmento de mercado que la Dodge Dakota o la Ford Ranger.

En el interior, el fabricante de automóviles instaló un asiento de banco en el nivel de acabado base o asientos de cubo. En las versiones equipadas con caja de cambios manual, la palanca de cambios se instaló en la consola central, mientras que para la versión automática, la palanca se movió en la columna de dirección.

Debajo del capó, GMC ofrecía la opción de cuatro motores con cuatro o seis cilindros. Los modelos base estaban equipados con tracción trasera o un 4x4 con una caja de transferencia de rango bajo.