Alfa Romeo intentó dar a conocer su nombre a través de vehículos deportivos, como el RM Sport, que presentó en el Salón del Automóvil de París de 1923.
El fabricante de automóviles italiano todavía luchaba por desarrollar nuevos vehículos, mientras que le resultaba difícil enfrentarse a la competencia de Fiat en su mercado local. Pero había una forma diferente de construir vehículos, y Alfa Romeo pensó que podría hacerlo mejor en el campo de los deportes de motor. El fabricante de automóviles ya tenía un as bajo la manga: el ingeniero jefe Giuseppe Merosi. Diseñó el Alfa Romeo RL, y partiendo de un chasis modificado; hizo el RM y el RM Sport. Este último debutó en los deportes de motor en la tercera Coupe des Alpes en 1923 y, después de seis etapas y 3000 km (1864 millas), terminó en cuarto lugar en la clase de dos litros.

A diferencia de sus hermanos, el RM Normal y el RM Unificado, la versión Sport presentaba una distancia entre ejes más corta y un motor de mayor compresión. Su diseño exterior, con un aspecto de torpedo de dos puertas, ofrecía faros eléctricos y un radiador vertical con pines. El diseñador hizo una pendiente abrupta hacia el maletero detrás de la cabina corta, a la que se podía acceder desde el exterior.

El interior estaba equipado con asientos de cuero y molduras de madera en los paneles de las puertas. Se instaló un salpicadero plano metálico y contaba con un panel de instrumentos en el medio, mientras que el puesto de conducción estaba en el lado derecho del vehículo.

Debajo del capó, Alfa Romeo optó por instalar un motor especial. Era un cuatro en línea con una mayor relación de compresión. A pesar de tener una cilindrada menor que sus hermanos, el motor RM Sport proporcionaba una mayor potencia.