La segunda generación de los hermanos Eurovan construidos juntos por Peugeot-Citroen y Fiat apareció a principios de la década de 2000, y el Phedra fue la versión premium.
Mientras las minivans desaparecían del mercado, los dos fabricantes de automóviles decidieron continuar con su proyecto conjunto. Por lo tanto, era más barato para ellos dividir los costos. Se enfrentaron a la competencia de Ford/Volkswagen Group con la línea Galaxy/Sharan/Alhambra y Renault Espace. Pero los Eurovans estaban en su segunda generación y corrigieron la mayoría de los errores cometidos cuando Fiat/PSA inició el proyecto en 1994.

Los dos fabricantes de automóviles fabrican los vehículos en las mismas líneas de montaje, pero hicieron algo más que intercambiar insignias. Lancia tenía su fascia delantera única con faros altos y su parrilla dividida en la parte delantera. En la parte inferior, el parachoques lucía un deflector de aire y dos tomas de aire de gran tamaño, como en un vehículo deportivo. Además, el capó y los guardabarros delanteros eran diferentes al resto de sus hermanos, pero presentaba las mismas puertas traseras corredizas, lo que facilitaba la entrada y salida. En la parte trasera, las luces traseras montadas en alto lucían el mismo tema romboidal de los faros, pero más angostas y altas.

En el interior, Lancia ofrecía espacio para hasta siete personas con asientos individuales. El fabricante de automóviles ofreció una opción para seis asientos, con un espacio de paso en la fila central. En la parte delantera, un tablero amplio y largo presentaba el grupo de instrumentos montado en el centro como el resto de los Eurovan pero con un diseño único. Como opción, un sistema de navegación ocupaba el centro flanqueado por el cuentarrevoluciones y el velocímetro.

Debajo del capó, Lancia tuvo que quedarse con los motores de PSA, ya sea gasolina o turbo-diesel. Pero la era de los SUV y crossover estaba en ascenso, y en ocho años, el Phedra logró encontrar menos de 50.000 clientes.