Los cupés eran, en general, los autos más elegantes del mercado.
Además de la buena apariencia, por lo general venían con un gran rendimiento.

Con la historia de Celica comenzando en los años 70, el cupé deportivo alcanzó su séptima generación en 2000. El nuevo modelo fue la versión más atractiva en años y se inspiró en los muscle cars estadounidenses.

El nuevo Celic tenía líneas audaces y una distancia entre ejes extendida que permitía un mejor acercamiento a las curvas, mientras que era más corto que el modelo anterior.

El interior del Celica era cómodo y tenía un buen nivel de equipamiento, pero no era el interior más elegante del mercado. Estaba sobrecargado de plásticos y muchas líneas diferentes.

Si bien el turismo deportivo ofrecía un gran espacio para los pasajeros, los asientos en la parte trasera solo podían acomodar a niños pequeños.

El Celica tenía un manejo deportivo y ofrecía una conducción suave y cómoda.

El Celica vino con 2 opciones de motor: un 1.8 litros de 4 cilindros con 140 hp y un 1.8 litros de 4 cilindros con 191 hp, ambos con tecnología VVT-i.

Ambos motores fueron refinados y más rápidos que antes, acoplados a una caja de cambios de 6 velocidades.

El Celica ofreció una gran relación calidad-precio con un paquete de gran apariencia y rendimiento en conjunto.