La tercera generación del SUV más grande de Volkswagen se presentó en 2018 y supuso una mejora importante con respecto a sus predecesores.
Ya no era un vehículo de mercado masivo.
El fabricante de automóviles alemán construyó la tercera generación sobre la misma plataforma que el resto de los grandes SUV del grupo: Audi Q7, Bentley Bentayga, Porsche Cayenne y Lamborghini Urus. Habiendo dicho eso, el Touareg fue el paquete más asequible de algunos de los autos mejor diseñados de ese segmento. No estaba disponible con los mejores motores específicos.
Desde el exterior, los nuevos faros de matriz LED fueron un gran paso adelante. La parrilla presentaba tres barras cromadas horizontales, amplificando el ancho del automóvil. El resto del automóvil presentaba líneas simples que se asemejaban a una variante Passat (camioneta).
En el interior, el Touareg brilló en su mejor momento. Era exactamente lo contrario del exterior insulso. En la consola central, el fabricante de automóviles instaló una enorme pantalla táctil de 15” para el sistema de infoentretenimiento. El Digital Cockpit (grupo de instrumentos) era una pantalla de 12”. La única pega era el volante, que tenía el mismo diseño que el instalado en un Polo. Los pasajeros traseros tenían mucho espacio para las piernas y la cabeza. La cajuela ofrecía 810 litros (28,6 pies cúbicos) de espacio y podría haberse ampliado plegando los asientos traseros hasta 1800 litros (63,6 pies cúbicos).
Para el compartimiento del motor, el Touareg estaba disponible con cuatro opciones de motor en el lanzamiento, con un rango entre 234 hp y 421 hp. La transmisión estándar era una automática de 8 velocidades, con tracción total para toda la gama.
